En breve, se cumplirá el quinto aniversario del fallecimiento de nuestro compañero, Francisco Rodríguez Aguilar. Aunque su nombre pueda no resonar para todos, para muchos de nosotros, su recuerdo tiene un significado profundamente emotivo.
Conocido afectuosamente como Paco, este hombre, de profesión albañil, dedicó los últimos años de su vida laboral a la empresa familiar de almacén de bebidas de sus hermanos. En 1989, al retirarse, se convirtió en socio de nuestro Centro Social de Personas Mayores.
Paco era un hombre de diversas aficiones y pasatiempos. Disfrutaba de juegos como el ajedrez y el dominó, pero su gran pasión era el montaje de puzles.
Esta afición se convirtió en un hermoso y perdurable regalo para todos. Paco es el artífice de los impresionantes puzles que adornan nuestro Salón de la Televisión. Durante años, dedicó tiempo y meticulosidad a la construcción de estas verdaderas obras de arte que admiramos cada vez que visitamos o cruzamos esta sala.
Gracias, Paco, por dejarnos este hermoso y tangible recuerdo de tu paso por el Centro Social de Personas Mayores. Tu dedicación permanece viva en cada pieza que ensamblaste, uniendo no solo imágenes, sino también la memoria de un socio y amigo.




